La Sala de Espera

“Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; Levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.” – Isaías 40:31

La claridad proviene de una perspectiva correcta. Los lentes incorrectos harán que su visión sea borrosa y su visión no solo determinará lo que vemos, sino también la forma en que vemos las cosas.
El enfoque correcto ayuda a la forma en que interpretamos nuestras vidas: la forma en que vemos a las personas, nuestra relación con Dios y todas las cosas en la vida.
Pablo ora en Efesios 1 para que los ojos de nuestro corazón sean iluminados. En otras palabras, percibimos con nuestros ojos, pero realmente vemos con el corazón.
La vida pasa a veces, ¿verdad? El surgimiento de escenarios inesperados y no deseados es donde nos ponemos a prueba. Cuanto más rápido nos damos cuenta de que estamos siendo evaluados, más fácil se vuelve reconocer que es una prueba de "libro abierto". La Palabra de Dios está ahí para ayudarnos.

Algunas situaciones, o pruebas, son realmente aterradoras. Hay aquellas en las que sientes frustración, drenaje emocional y parece que no hay salida. Te hace sentir atrapado. ¿Has pasado por alguna prueba así? Mi esposo y yo hemos tenido algunas noticias bastante inesperadas este año.
La respuesta que hemos tenido en nuestros corazones es: “Solo espera”.
En medio de la espera, se encuentra el mayor campo de batalla para nuestra perspectiva.
Cada vez que permitimos que el miedo nos acorrale, nos lo estamos perdiendo. Cuando el miedo dicta nuestro viaje, nunca terminaremos donde Dios quiere que estemos. Así que es muy importante identificar esos pensamientos y eliminarlos.
Hemos aprendido que esperar en realidad nos hace más fuertes. La fuerza es en realidad el propósito de la espera, y la fuerza determina qué tan fácil es algo.
A veces no necesitamos que nuestras situaciones cambien, solo necesitamos que nuestro nivel de fuerza sea mayor. Necesitamos esperar.
En la espera, en realidad estás progresando: "Se levantarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán".
Él nos renueva. No estamos en una señal de alto. No estamos atascados.
Jesús siempre es suficiente. Su gracia es suficiente para nosotros y cuando entendemos eso, cambia cada situación. Cuando cambiamos nuestro enfoque hacia Él, nos cambiamos a nosotros mismos. Nos cambia porque tenemos lo que necesitamos. Ya no nos falta. Estamos llenos de Aquel que lo llena todo, en todas partes.
Aún en la espera, estamos corriendo hacia adelante, siguiendo Su propósito para nuestras vidas. La perspectiva correcta es todo lo que necesitamos.

La próxima vez que te encuentres en la sala de espera, recuerda llevar la prueba con una sonrisa en la cara. ¡Ganaremos!

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